En el ámbito laboral, una de las experiencias más desagradables, agotadoras y en algún momento dado también psicológicamente perturbadoras, es el momento en que debes ejercer tu cargo para despedir a un trabajador. Particularmente he tenido que pasar por esta experiencia en varias ocasiones a lo largo de mi carrera ejerciendo responsabilidades.
Estoy seguro que más de uno de vosotros me dará la razón, cuando digo que uno nunca termina por sentirse del todo recuperado de este tipo de recuerdos y situaciones. Situaciones a veces con un carácter fugaz y simple, otras veces con, digamos, “connotaciones” increíblemente patéticas, desgastantes y vergonzosas… y sí, otras muchas emocionalmente desgarradoras y tristes.
Incluso llevando a cabo esta misión para con alguien que se lo tiene bien merecido, la tarea de despedir a alguien es muy dura. Tanto lo es así, que existen personas cuyo trabajo consiste en esto: dedicarse a despedir personal. Ahora bien, estos profesionales de los cuales les hablo, cuestan mucho dinero a la empresa, por lo que si esta última se puede ahorrar costes, evitando externalizar este servicio y el trabajo lo puedes llevar tú a cabo: entonces no te queda otra que afrontar la situación.
No obstante, la actividad y el proceso de despido en sí, en mi opinión, con los años fortalece y madura ciertas habilidades que te capacitarán para ejercer en su momento el cargo que ostentes de una manera más serena y a su vez sintiéndote más seguro/a a la hora de afrontar las decisiones que deberás tomar en un futuro quizás inmediato.
Me gustaría destacar que entre alguna de las habilidades que llegarás a dominar, está la que te servirá para que te puedas llegar a abstraer psicológicamente ante la avalancha de emociones múltiples que afectan muchas veces la conciencia cada vez que uno tiene que experimentar situaciones como estas.
Y en el caso que así sea: ¿Por qué habéis tenido quizás vosotros que despedir a alguien?
- ¿Por incompetencia?
- ¿Por dejadez e irresponsabilidad?
- ¿Por incapacidad de lograr objetivos?
- ¿Porque así lo estima la empresa dado situación económica actual?
- ¿Por desconfianza profesional?
- ¿Por motivos personales?
- ¿O porque es mejor que tú, y por lo tanto te hace sentir amenazado profesionalmente? (Te suena, ¿verdad?)
*La envidia y el sentimiento amenazante de quedar opacados por alguien más preparado que nosotros profesionalmente son ambos , escenarios, provocadores de despidos más comunes de lo que pensamos, y con esto, por desgracia, lo único que se logra es consolidar aún más ese atraso socio-corporativo dentro de nuestras empresas aquí en nuestra querida España.
Razones para despedir a alguien hay muchas, y cada una de estas razones tienen, claro está, sus propios matices, encierran sus respectivas mentiras y verdades, y dentro de cada una de estas últimas subyacen las opiniones de cada uno de los involucrados en este proceso. Ahora bien; ¿Que la opinión del trabajador es la que menos peso lleva? bueno, eso ya eso lo sabemos todos…
*Existen muchas razones para un despido de manera procedente o improcedente, ahora, el despido improcedente se ha puesto muy de “moda”, ya que la mayoría de las veces suele ser bastante rentable para la empresa.
Bueno:
En este artículo tampoco me gustaría centrarme en las innumerables razones por las cuales se despide o no a alguien. Lo que sí me interesa compartir con vosotros son algunas de las cosas que he aprendido a través de las muchas veces que he tenido que sobrellevar la situación en la que el trabajador una vez sentado frente a mí, sabe que lo voy a despedir.
Hola, qué tal… siéntate por favor: Se sube el telón y comienza el primer acto…
Soy de esos, de los que con los años ha tenido que aprender a manejar tanto las expresiones corporales, como saber cuidar y conjugar cada palabra que digo para así lograr conformar las expresiones verbales más idóneas que en su momento utilizaré, cuando me vea en la obligación de transmitir información poco grata. Por lo tanto y antes que nada, en mi opinión:
* Es de vital importancia estar relajado, centrado y sentirse uno, como transmisor del mensaje, que está en un espacio físico cómodo y a ser posible, procurar estar una situación psicológica lo más estable posible.
Esto último ayudará a que lo que se trasmita denote elocuencia, seguridad, precisión y profesionalidad, lo cual a su vez trasladará al trabajador la sensación de que se está conversando y se están exponiendo tanto hechos reales, como una imparcialidad personal en la decisión que se ha tomado.
La serenidad con que uno logre transmitir el mensaje y a su vez enfocar las consecuencias más o menos gratas del resultado propio del despido, son de los puntos claves en el momento de proyectar una compostura, repito, profesional e imparcial ante un ser humano en ese momento más o menos receptivo.
Por ejemplo:
– Una mirada tranquila, donde la apertura de los ojos no sea ni muy abierta, ni muy cerrada.
– Un tono de voz donde tratemos la mayor parte del tiempo de utilizar tonalidades en el registro grave, y menos en el agudo.
– Una expresión en la boca y los labios, en el momento en que se está hablando, que revele en un 80 -85% del tiempo, una muy sutil sonrisa.
*Se debe tener muchísimo cuidado con las palabras que utilizamos en el momento que comenzamos cada frase!
No es lo mismo comenzar diciendo: “Desgraciadamente, desafortunadamente, te he citado para comunicarte que…, etc “ , que por ejemplo, “abrir” la conversación con una reflexión sabia donde tú mismo puedas demostrar y a su vez expongas una personalidad ante tu homologo, la cual denote que eres una persona que puedes empatizar con esta situación, y que, humanamente, te puedes poner en la piel y en el papel de cualquiera que la pueda estar pasando muy mal; por ejemplo , adentrándote sutilmente en esta situación de una manera constructiva y donde seas capaz de “proyectar” una imagen y a su vez la esperanza de que no obstante y después de todo esto, las cosas le seguirán yendo bien al profesional despedido, y quizá mejor que hasta el momento. Quizá sea la oportunidad para volver a comenzar y hacer lo que verdaderamente desea.
Merece la pena utilizar reflexiones sobre situaciones similares en el pasado, en las que uno mismo se ha visto como el protagonista y de las cuales también ha sabido sobreponerse después de todo para posteriormente continuar madurando profesionalmente en su paso por la vida.
Y entonces, ¿Qué tal si abriésemos la conversación mirando a nuestro homologo a los ojos y comenzásemos de alguna manera parecida a esta? :
- Antes que nada, me gustaría contarte una historia muy personal.
- ¿Eres consciente del potencial que posees y lo que te falta aún por lograr en esta vida?
- ¿Sabes lo que realmente valoro de ti, cómo profesional y persona?
- Siempre he valorado de ti, la capacidad que tienes de…
- Recuerdo la vez que te las ingeniaste de un manera tan perspicaz para solucionar….
Despidos problemáticos
Estoy seguro que te has tenido que enfrentar también a situaciones donde te has tenido que encontrar:
*Con aquellos trabajadores problemáticos con los que pides al cielo, una vez acabada esta fase, no tener que encontrarte nunca más ni con él/ella o con un perfil y personalidad de esta índole.
*O con los cuales te hayas llevado una sorpresa pasado ya un tiempo, y han mostrado su verdadero “yo“…egoísta, embustero y rompedor de equipos, malagradecidos… entre otros.
*O con aquellos perfiles los cuales demuestran en muchas ocasiones ser personas psicológicamente inestables.
Cuando tratas con este tipo de casos, en mi opinión, lo mejor que puedes hacer es buscar un sitio de reunión abierto, transitado y donde idóneamente exista la posibilidad de testigos oculares. ¿Por qué?
– Porque fingen de repente que se desmayan, o tienen ataques de ansiedad.
– Porque te pueden amenazar físicamente.
– Porque se pueden inventar cualquier cosa por tal de culpabilizarte sobre algún tipo de agresión por tu parte.
– Porque pueden comenzar a tirar todo lo que se les venga en gana al suelo y contra cualquier pared
– Entre otras muchas más cosas desagradables.
*Créeme, este tipo de situaciones con este tipo de profesionales, te las puedes evitar actuando, planificando cuidadosamente y de la mejor manera posible el momento de actuación en sí.
Lo más importante es ser un buen profesional
Pasado este último y peor escenario:
¿Qué tal si sigues manteniendo la calma , tu mejor postura y siendo inteligente.. Sí! “tragándote” tu rabia y demostrando que eres al menos uno de los mejores Actor que jamás haya existido?
Pues sí, ganarás fuerzas y serás mejor no solo persona, sino también un responsable mejor capacitado y completo.
- Mantén una mirada firme hacia tu homólogo
- La mirada debe reflejar “atención y escucha” , no frunzas el ceño y tampoco te asombres por nada: pragmatismo!
- No te dejes amedrentar y mantén una postura serena
- No te pongas por nada de la vida a subir el tono de voz
- No compitas por gritar más
- Mantén los brazos debajo, los hombros abajo, una postura relajada y no agresiva
- Si estas sentado, mantén los brazos sobre la mesa, y aún viendo que tu homólogo los mueve de manera amenazante hacia un lado o el otro; pues que tú no lo hagas; que los levantes es lo que desea conseguir intencionalmente, o no, tu homologo.
——–Créeme, todo este inciso antes mencionado merece la pena y es la mejor opción!—-
Este artículo va llegando a su fin, pues tampoco es mi intención desarrollar hoy un “Tratado sobre el Despido”… tampoco creo que sea tan bueno para ello. De lo que se trata aquí es de intercambiar información y aprender más los unos de los otros, aunque sea esto último muy poco a poco; algo muy aconsejable cuando de la aprehensión de la información se trata.
*No somos más que simple humanos, y lo más importante que debe uno tener en cuenta, es que nadie, ni nada en este mundo, se acercará tan siquiera un poco al valor que tu salud psicológica tiene, por lo tanto esmérate en ser bueno en lo que hagas, desarrolla tus propias técnicas y aprende más sobre la inteligencia emocional, sí, pero no olvides nunca que tu eres el centro y dueño de tu felicidad y tu existencia mientras esta dure lo que tenga que durar en este universo el cual tu y yo compartimos. Esto es un juego… este sistema es un juego; por lo tanto estoy muy de acuerdo en que seas competitivo y desees desempeñar tu roll en este como el mejor, también hago yo lo mismo. Ahora bien, imagina una vez hayas acabado de jugar este en algún momento dado, ¿Qué es lo que más desearías sentir al llegar finalmente a su meta?
Por mi parte, yo lo tengo bien claro…. Entre otros: Paz, Serenidad y estabilidad psicológica!
¿Y tú?
¡Que tengas un maravilloso día!